Francisco Serrano Bedoya (1813-1882), militar y político nacido en Quesada, combatió en la I Guerra Carlista junto a Baldomero Espartero, de quien fue estrecho colaborador durante su regencia (1841-1843). Al caer Espartero, se exilió y conspiró contra los gobiernos moderados. Regresó a España en 1849 y, después de la revolución de 1854, fue diputado y ascendió a mariscal de campo. En 1855 fue nombrado gobernador militar de Madrid. Con los gobiernos de la Unión Liberal ocupó distintas capitanías generales. El gobierno conservador de Luis González Bravo lo confinó a Canarias en julio de 1868, pero escapó y se trasladó a Cádiz para participar en la revolución de 1868. Durante el Sexenio Democrático (1868-1874) fue primero, nuevamente, director general de la Guardia Civil (cargo que ya había ocupado desde finales de 1865 hasta junio de 1866) y, más adelante, ministro de Guerra. Acabó aceptando la monarquía de Alfonso XII, quien lo nombró senador vitalicio. Falleció en 1882 en Madrid.