Manuel Moral Mozas (Torredelcampo, 1908-1989) fue artesano carpintero y, además, dominó varios oficios. Le llamaban “El Hornerillo”, apodo que heredó de su padre. Perteneció a la Banda Municipal de Música de su pueblo, hizo esculturas y escribió algunas novelillas cortas. En 1977, con 69 años, se puso a pintar y triunfó plenamente. Se dijo entonces que había despertado en él el arte que llevaba muy dentro. Siempre, en toda su intensa vida de artesano, había dado muestras de sus amplias posibilidades artísticas. Ya jubilado de sus labores artesanas mostró sus trabajos de pintura naïf en Jaén, Madrid, Barcelona, París, Nueva York y otros muchos lugares ganándose una justa fama. En el Museo de Artes y Costumbres Populares de la Diputación hay una sala dedicada a Manuel Moral, que también tiene una calle dedicada en Torredelcampo, de donde además es hijo predilecto desde el 10 de junio de 1984. También le ha dedicado Torredelcampo un monumento que hizo su hijo el escultor Juan Moral. Justo reconocimiento para quien dijo que “el pueblo de uno es como su padre y su madre a un mismo tiempo”.