Emilio Cebrián Ruiz (Toledo, 1900-Liria, 1943) se formó en la Banda de Música de la Academia de Infantería de Toledo. Amplió sus estudios con varios maestros y los revalidó brillantemente en el Conservatorio Superior de Madrid. En 1924 consiguió la Dirección de la Banda de Música de Talavera de la Reina. Al quedar vacante la Dirección de la Banda de Música de Jaén obtuvo la misma ante un tribunal formado por los maestros Vega, Gómez Camarero y Martos. Desde entonces hasta su muerte, por accidente en Liria, y en el citado año de 1943, dirigió la Banda de Música de Jaén. Dirigió antes otras prestigiosas agrupaciones musicales y los Coros de Toledo. Fue académico de Bellas Artes y Ciencias Históricas de dicha ciudad. Hizo numerosas composiciones de temas de Jaén. Las que más renombre le dieron entre sus paisanos fueron el “Himno a Jaén”, que nació como “Canto a Jaén“, en colaboración con Federico de Mendizábal, que puso la letra, y que se estrenó con éxito el 19 de octubre de 1932 en el Teatro Cervantes –el Ayuntamiento de Jaén, en mayo de 1935, lo declaró “Himno a Jaén“–; y la Marcha de Nuestro Padre Jesús Nazareno “El Abuelo”, que se estrenó en 1935 en la Plaza de Santa María. También compuso el pasodoble “Ragón-Falez”, homenaje a la mujer de Jaén. Con Cebrián, largamente celebrado, la Banda de Música de Jaén alcanzó un gran prestigio. Fue, además, un gran maestro para los músicos que se iniciaban en aquella época.