Francisco Cerezo Moreno (Villargordo, 1919-Jaén, 2006) vivió de siempre en Jaén. Aprendió a dibujar en la Escuela de Artes y Oficios. Pensionado por la Diputación amplió estudios en Madrid, a partir de 1947. Luego en 1958 ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, de Sevilla. Es un clásico de la pintura de nuestro tiempo.
Destacó por sus retratos, paisajes serranos y bodegones en una buena combinación de luz y color. Sus bodegones están en la más pura tradición barroca y consigue con ellos una gran perfección. Dibujante de monumentos, castillos y atalayas de Jaén, se alzó con el Primer Premio de la Exposición Nacional del Ayuntamiento de Jaén (1958) y la Medalla de Oro por su cuadro “Aceituneros” en la Primera Exposición de Andalucía (1961). Expuso sus obras en Nueva York (1968) y en numerosas ciudades.
Consejero del Instituto de Estudios Jiennenses, miembro de los Amigos de San Antón, Jiennense del Año (Diario Jaén), Olivo de Oro de los Poetas Jiennenses, fue también Hijo Predilecto de Villargordo, donde hay un museo con lo más representativo de su obra.
Hizo restauraciones para varios templos y monumentos de Jaén, Cáceres, Fuensalida, Sevilla, Huelva, Logroño, Cuenca, Granada, Valladolid... Tiene varias publicaciones de sus dibujos, entre ellas “Mis cuadernos de dibujo“ (Instituto de Estudios Jiennenses, Jaén, 1981) y “Castillos y atalayas del Reino de Jaén“ (Jaén, 1989), en colaboración éste último con Juan Eslava Galán.
En sus retratos supo captar el alma de las gentes de los ámbitos rurales de una forma admirable.