Miguel Picazo (1927), director de cine nacido en Cazorla, es un sutil analista de las tensiones y frustraciones latentes en la vida aparentemente simple de personajes comunes, como muestra en su primer largometraje, "La tía Tula" (1964), adaptación del relato de Unamuno.
Estudió derecho, dirección de cine y psicología. Tras un comienzo esperanzador para el naciente nuevo cine español, la censura, su trabajo en televisión y los problemas de comercialización de sus películas posteriores, "Oscuros sueños de agosto" (1967), coescrita con Víctor Erice, "El hombre que supo amar" (1976) y "Los claros motivos del deseo" (1976), le han alejado del medio. Sólo volvió para dirigir "Extramuros" (1985), protagonizada por Carmen Maura, adaptación considerada por la crítica demasiado fiel a la novela de Jesús Fernández Santos. En 1997 se le concedió un Premio Goya honorífico a su trayectoria.